Estoy loca

A veces analizo tanto las situaciones que ya no sé ni que pensar, mis ideas se vuelven tan complejas que se me divide la mente entre una reacción y la otra y muchas veces me quedo ahí, inmóvil, sin hacer nada, mientras que sucede todo un debate dentro de mi cabeza. Que al final lo único que hace es que me ausente por completo de la situación y no tenga idea de lo que está sucediendo. Entonces parece que ahí estoy muy atenta cuando en realidad hace mucho que me fui y abandoné a mi cuerpo.

Me pregunto seguido a dónde voy cuando me voy, y visualizo un laberinto obscuro, no por que sea de terror, si no más bien porque me imagino que dentro de mi cráneo no habría mucha luz... a menos de que entrara por mis ojos. ¡Wow! qué cosa tan extraña, pensar que por donde veo en realidad sirve como tragaluz o una especie de vitral para los que viven dentro de mí.

Una vez en terapia la psiquiatra me preguntó si escuchaba voces y le contesté que sí, pero que solo las normales, las de siempre. Hasta ese momento nunca había cuestionado si había algo malo en eso pero cuando vi su cara de sorpresa me dio miedo. ¿Entonces será que los demás no escuchan lo que yo? o sea, ¿no suceden debates, confrontaciones, susurros, gritos, canciones tarareadas, ideas opuestas dentro de ellos?.

Salí de ahí con una etiqueta autoimpuesta nueva: Estoy loca.

Me subí al coche, manejé a mi casa y me tiré a la cama a llorar tres días seguidos. Y al cuarto ya me dio hueva y mejor me puse a hacer cosas, porque loca quizá pero floja nunca.

Antes me daba miedo pensar que estaba loca, el solo concepto de la locura me ponía nerviosa, y es que, socialmente, a quienes pierden la cordura se les pone hasta abajo, como si fueran nuestra escoria. La sola palabra "LOCA" resulta ofensiva, ¿qué locura, no? una palabra, inocente, simple, sencilla, cargando con todo ese peso de la tragedia encima. Pobrecita.

Y es que hablar sobre temas de la mente es muy delicado porque cada cabeza es un mundo y cada persona vive la realidad de manera distinta; incluso cuando por fuera llegara a ser la misma, por dentro es otra cosa. Eso es justo lo aterrador y lo fascinante de ser una persona, tanta complejidad atrapada en un cuerpo.

Con los años he creado mi propia definición de la locura (de la misma manera que he creado mi propia definición de todo lo demás) para mí la locura es cuando tu mente es libre de experimentarse en su verdadera naturaleza, sea cual sea, sin tratar de encajar en sociedad ni agradar a los demás. Cuando va y viene entre ideas, cuando tienes un impulso y te permites desarrollarlo, cuando escuchas lo que tienes que decirte y te permites diálogos internos.  ¿A cuántas personas fantásticas, creativas, imaginativas, rebeldes y fabulosas no las han llamado locas? y ¿cuántos de los mejores momentos de tu vida no los has catalogado como "una locura" ? Uff, qué delicia y qué belleza de libertad.

Con esto no quiero decir que no existen los problemas verdaderos de la mente y que algunas personas (yo incluida) a veces necesitamos apoyarnos en terapia e incluso medicamentos para poder sobrellevar o acallar un poco el ruido que ocurre dentro de nuestra cabeza. Ni tampoco creo que debemos minimizar los procesos por los que atraviesan algunas personas y menos las tragedias que empiezan en la mente pero que terminan permeando en todos los aspectos de la vida. La locura es sin duda cosa seria, y al mismo tiempo es solo una caja con una etiqueta social pegada encima. Ya cada uno sabremos el significado que adquiere en nuestras propias vidas.

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